Quiropráctica para la tercera edad
Contrario a lo que podría parecer, no existe una edad específica para poder conseguir un sistema nervioso y columna vertebral libre de interferencias. Para quienes desean mantener su calidad de vida con los años, la quiropráctica se presenta como una herramienta perfecta para ello.
¿Por qué la quiropráctica es ideal para la tercera edad?
Con el paso de los años el cuerpo comienza a ser un poco más delicado y puede empezar a tener un metabolismo más lento, además de un esqueleto más frágil, que suele tolerar en menor medida tanto las cirugías como los fármacos.
Por eso, es de gran valor poder realizar un cuidado quiropráctico de calidad que se adapte a la situación propia de la edad, sin efectos secundarios y que a la vez se ajuste a las necesidades personales que presenta la persona en este momento de su vida.
Al ayudar a liberar el sistema nervioso de cualquier posible interferencia, el cuidado quiropráctico promueve la restauración de las funciones locomotoras y también resulta eficaz para que el organismo pueda recobrar una mayor vitalidad y, en consecuencia, una mejor salud en general.
¿Cuáles son los beneficios de la quiropráctica en las personas mayores?
Muchas personas en la tercera edad suelen desconocer los grandes beneficios que puede ofrecer el cuidado quiropráctico periódico en su vida. Entre ellos podemos destacar los siguientes como los más habituales:
- Mejora la flexibilidad y la movilidad.
- Optimiza la coordinación y el equilibrio.
- Reduce el riesgo de caídas.
- Disminuye la degeneración de las articulaciones.
- Disminuye la necesidad de consumir medicamentos.
- Mejora la calidad de vida y ofrece más vitalidad.
- Promueve un mejor funcionamiento de los órganos.
- Incrementa la posibilidad de realizar tareas cotidianas y ejercicio.
- Facilita una mejora postural.
El cuidado quiropráctico en personas mayores consiste en ajustes suaves y correctivos adaptados a las condiciones de la columna de cada persona y tomando en consideración su estado de salud en concreto, prestando una especial atención a la preservación de sus articulaciones, fortalecimiento de sus huesos y mejora del tono muscular.
Por eso, es una opción muy aconsejada en casos de osteoporosis y artrosis, ya que ayuda a proporcionar mayor movimiento a las articulaciones e incluso se ha comprobado que puede aumentar la densidad ósea con la mejora de la movilidad.
Así, la quiropráctica para personas mayores destaca por ser completamente efectiva, segura y libre de efectos secundarios.
¿Cómo ayuda la quiropráctica a los mayores?
La quiropráctica puede ser de gran ayuda para los adultos de la tercera edad, ya que puede actuar de la siguiente manera:
Mayor flexibilidad y movilidad
Al ayudar a aumentar su movilidad y también la flexibilidad, la quiropráctica puede facilitar la realización de actividades diarias como agacharse, vestirse, caminar, etc.
Mayor coordinación y equilibrio
El cuidado quiropráctico es ideal para mejorar tanto el equilibrio como la coordinación en las personas mayores, dado que muchos de los problemas asociados suelen ser consecuencia de cambios degenerativos en la columna vertebral.
Menor riesgo de caídas
Al mejorar la flexibilidad y la movilidad, promoviendo un mejor equilibrio y coordinación, la quiropráctica también puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir caídas, ya que permite tener un mejor control del cuerpo.
Menos degeneración articular
La quiropráctica involucra cambios posturales que ayudan a prevenir que las articulaciones puedan sobrecargarse. Asimismo, ayuda a que tanto la columna como el sistema nervioso estén más saludables, favoreciendo el movimiento articular general y previniendo de este modo la degeneración de las articulaciones.
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